Este problema es más común con maderas más blandas como el arce, el palo de rosa, el cocobolo o el boj.
Ocurre cuando el instrumento se almacena incorrectamente. La humedad aumenta durante el juego. Luego el instrumento se seca nuevamente. Durante este tiempo, la madera se encoge, pero dependiendo de cómo se almacene el instrumento, se determina si mantiene su forma. Recomendamos que siempre lo mantenga vertical. De esta manera, el agua puede drenarse y el cuerpo conserva su forma.